Leí ayer en “ El Periódico “ una entrevista a un tal Michael Loseir la cual me llamo mucho la atención. Se decía de el en forma de introducción que era la persona que había popularizado en todo el mundo la llamada ley de la atracción, y describía este fenómeno como el método para conseguir atraer más de lo que queremos y menos de lo que no queremos.
Y me dije....., coño, esto me interesa.
Seguí con la lectura, el tipo afirmaba que todos emitimos vibraciones constantemente, con propósito o no, negativas o positivas. Y que las vibraciones que emitimos dependen de los pensamientos y las palabras que utilizamos. Su famosa ley dice que la energía universal responde a estas vibraciones dándote más de aquello que estás emitiendo.
Utilizaba como ejemplo el cumulo de despropósitos que ocurrían normalmente tras levantarte por la mañana con mal humor, tostadas quemadas, agua fría de repente en la ducha, cortes en el afeitado, etc... Y yo pienso, si fuese así, hoy que me he levantado con buen humor hubiese tenido que haber metido un polvo en el ascensor con la vecina, encontrado un billete de 500 € tirado en el suelo y hubiera ido al entierro de mi jefe, cosas que, de verdad os digo, no me han ocurrido.
Continuaba la entrevista dando las claves para tener buenas vibraciones, una de ellas era fijarse más en lo que uno quiere que en lo que no quiere ya que la gente atrae aquello en lo que se fija o que se debía evitar utilizar palabras como “no”, “nunca”, “no quiero” ya que cuando hablas de lo que no quieres, le estás prestando atención. Es como buscar en el Google “ no fútbol” el buscador te ofrecerá todo lo que tenga que ver con el fútbol. Y finaliza con el consejo de que nos focalizemos en lo que queremos.
La cuestión es que ha editado un libro enterito hablando de la ley de la atracción y parece ser que vive de escribir cosas así. Pensándolo bien, a mi también me gustaría emitir buenas vibraciones y vivir del cuento.
Ley de la atracción, ediciones Planeta, Michael Loseir.
Y me dije....., coño, esto me interesa.
Seguí con la lectura, el tipo afirmaba que todos emitimos vibraciones constantemente, con propósito o no, negativas o positivas. Y que las vibraciones que emitimos dependen de los pensamientos y las palabras que utilizamos. Su famosa ley dice que la energía universal responde a estas vibraciones dándote más de aquello que estás emitiendo.
Utilizaba como ejemplo el cumulo de despropósitos que ocurrían normalmente tras levantarte por la mañana con mal humor, tostadas quemadas, agua fría de repente en la ducha, cortes en el afeitado, etc... Y yo pienso, si fuese así, hoy que me he levantado con buen humor hubiese tenido que haber metido un polvo en el ascensor con la vecina, encontrado un billete de 500 € tirado en el suelo y hubiera ido al entierro de mi jefe, cosas que, de verdad os digo, no me han ocurrido.
Continuaba la entrevista dando las claves para tener buenas vibraciones, una de ellas era fijarse más en lo que uno quiere que en lo que no quiere ya que la gente atrae aquello en lo que se fija o que se debía evitar utilizar palabras como “no”, “nunca”, “no quiero” ya que cuando hablas de lo que no quieres, le estás prestando atención. Es como buscar en el Google “ no fútbol” el buscador te ofrecerá todo lo que tenga que ver con el fútbol. Y finaliza con el consejo de que nos focalizemos en lo que queremos.
La cuestión es que ha editado un libro enterito hablando de la ley de la atracción y parece ser que vive de escribir cosas así. Pensándolo bien, a mi también me gustaría emitir buenas vibraciones y vivir del cuento.
Ley de la atracción, ediciones Planeta, Michael Loseir.
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