
En la decoración de porches y jardines, como en el resto de la casa, hay gustos para todo. Incluso hay quien busca que todo el año sea Halloween. El diseñador británico Alan Dickinson ofrece una variente del ya bastante escalofriante gnomo de jardín. Estas esculturas de tamaño natural parecen salir del césped o del suelo de cualquier estancia que el siniestro usuario decida convertir en su pasaje del terror. Se puede comprar por Internet por ochenta euros.
Adios a las cutres figuras de enanos y tortugas de nuestros jardines, como diria Iker, tengamos un camposanto a la puerta de casa, je je.


No hay comentarios:
Publicar un comentario